Hay decisiones muy importantes en la vida, de las cuales, muchas veces solo nos queda esperar cierto tiempo para saber si estas han sido buenas o malas y por ende al final podamos comprobar; cuánto aquella decisión cambio nuestras vidas.
Ya si hago un ejercicio retrospectivo, me doy con la primera decisión importante que tome, “Que quiero hacer de mi vida”. Una pregunta muy profunda al parecer, pero que al final solo equivale a: “De que voy a trabajar”.
Pues teniendo en cuenta que el trabajo te redefine como la persona que eres ante la sociedad, esta es una decisión importante. Pero me parece que a veces no se toma en cuenta la decisión personal. Es verdad que se dirá, (si tienes opción), que elijas la carrera que te guste y a la que tengas vocación. Pero al final muchas veces, dicha elección está enfocada, en lo rentable sea la carrera. Bueno no digo que eso sea un problema para la mayoría, al fin y al cabo al parecer el propósito de la vida es hacer dinero y mientras más tengas más feliz eres.
Pero y que tal si no tomaste la decisión correcta. Entonces, pongámoslo así.
Una vez escuche: “Elegir una profesión, es como elegir a la persona con quien quieras casarte. Sera mejor que sea una sabía elección ya que tendrás que verla todos los días por el resto de tu vida”. De acuerdo esta última parte la estoy agregando yo, para darle más dramatismo, pero básicamente es eso.
Entonces si queremos hacer la analogía correctamente, habría que imaginarse, lo que es casarse con una persona, de la cual te das cuenta tardíamente, que no es a quien esperabas y así; termines viviendo en medio del tedio y con las ocultas esperanzas que con el tiempo algo puedas sacar de esta relación, o el deseo cobarde, que la intervención divina te ayude ya que no tienes el suficiente valor para pedir una “separación de cuerpos” y buscar a esa “persona”, que realmente deseas.
En mi caso, he pasado del trabajo de Tiempo completo a uno de medio tiempo, así es que estoy viviendo solo medio día con mi “esposa” no amada, mientras tengo el suficiente tiempo para continuar mi búsqueda, sin embargo a pesar de haber encontrado una temporal solución a mi dilema, la verdad es que hay veces en las que me veo, o quizás deba incluir a una colectividad y decir: Hay momentos en las que nos vemos obligados a soñar, que un botón de Reinicio venga incluido en la vida.
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